
Entre todos los tipos de viviendas, los iglús suelen ser de los más llamativos para la población en general. Y es que hacen que se generen muchas preguntas: ¿Cómo se construye una vivienda sin los materiales que tradicionalmente conocemos para ese fin? ¿Por qué no se derriten los iglús cuando hace sol? ¿Es posible mantener calor en el interior? A continuación te resolvemos estas dudas .
Cuando se habla de iglús, se suele evocar imágenes de construcciones semiesféricas. No obstante, por lo general estos adquieren una forma similar a un huevo, el cual se crea mediante bloques de nieve compactados con estructura de cuña. Estos tienen la particularidad de presentar un extremo más alto que el otro.
Dicha forma en los bloques contribuyen a que se pueda formar una especie de espiral ascendente, lo cual ayuda a que no se requiera de otros elementos adicionales a modo de soporte. De hecho, cuando se trata de iglús de gran tamaño, se opta por primero crear filas de bloques con una altura variable para luego comenzar a crear la mencionada bóveda en espiral con las cuñas de nieve.
Como ha quedado en evidencia, el elemento clave para construir un iglú es la nieve, pero ¿Se puede usar cualquiera? Para obtener un buen resultado es necesario usar aquella con la consistencia adecuada para poder compactar y que llegue a soportar la futura estructura.
Normalmente las personas suelen encontrar nieve con estas características en áreas con ventiscas constantes, ya que la fuerza del viento hace que se compacte y se facilite el corte de los bloques; en ese mismo sitio se aprovecha para crear la base del iglú. Como guía, dicha zona se encuentra generalmente donde no hay árboles.
Una vez que se construye el iglú, las lámparas de piedras usadas en el interior ocasionan que se derrita ligeramente la nieve, lo cual hace que se cree una capa de agua que se congele nuevamente y se refuerce la estructura. Si quedan huecos en la vivienda, se tapa con más nieve y mediante el mismo proceso se sella.
El iglú presenta un pasillo que da paso al interior, así permite que se bloquee el paso del aire frío que se mantiene en la zona baja, ya que el aire caliente sube. De esa manera, con ayuda del calor corporal y/o las lámparas de aceite se mantiene la estancia con un clima más confortable.
Para que te hagas una idea, en promedio un iglú suele tener una temperatura entre -7 a 16º C en su interior. Para incrementar aún más esta, en algunos lugares suelen usar un recubrimiento de piel de animal dentro de la vivienda, como hacen en Groenlandia.
El proceso que contribuye a evitar esto es simple, como hemos mencionado, el aire caliente se acumula en las zonas más altas de la vivienda (donde se suele dormir). Esto ocasiona que se llegue a derretir un poco el hielo del iglú allí localizado.
No obstante, al estar en contacto con el frío del hielo, este absorbe el agua y se traslada al exterior del iglú, lo que contribuye con la circulación de aire templado dentro de la vivienda sin que se derritan los bloques.
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